viernes, 6 de febrero de 2009

ARGENTINA: LA TELEVISIÓN Y SU INFLUENCIA

Argentina; 07/02/2009-
Está de moda: la televisión paga todos los platos rotos de nuestras desventuras familiares sobre todo en lo que respecta a la formación y educación de nuestros hijos. Sin embargo, no reflexionamos y directamente despotricamos contra ese aparato que esconde en sus entrañas una de las maravillas tecnológicas de los últimos tiempos.
El problema está en que el hombre es el responsable de darle contenido y ahí empieza el drama. Más de una vez lo acusamos de haber invadido el hogar al que ingresó subrepticiamente, razanomiento equivocado para autojustificarnos que nosotros lo incorporamos por propia voluntad a la vida familiar y hasta le dimos los lugares preferenciales.
Tampoco nadie nos obliga a tenerlo encendido durante tantas horas diarias ni viendo determinado programa. Sigue siendo el hombre el responsable de todo y lo que es peor, hemos asumido también voluntariamente, una TV-dependencia que no habla a favor de nuestra madurez ni de la fortaleza de nuestra personalidad adulta.
El Comité Federal de Radiodifusión (Comfer) realizó una encuesta telefónica a más de 3.500 personas, con resultados muy llamativos: 7 de cada 10 argentinos piensan que la televisión no ayuda a educar a los chicos, pese a lo cual, el 44% acepta que sus hijos pasen entre 3 y 5 horas frente al televisor, sin que nadie controle qué están mirando. Además, el 82,6% opina que la TV ejerce “mucha influencia” sobre los chicos, y sólo el 8,5% rescata para el hogar el principal lugar en el orden de las responsabilidades.
Otro resultado llamativo de la encuesta dice que los canales no cumplen, salvo rarísimas excepciones, con las normas del horario restringido de protección a los niños, circunstancia donde otra vez las responsabilidades confluyen: ¿qué hacen los padres y por qué el Comfer no actúa aplicando las sanciones que corresponden, que siempre son anunciadas con bombos y platillos y nunca se concretan?
La incompetencia de los padres para monitorear la relación de sus hijos con el televisor parece evidente cuando se observa que el 44,5% aceptó que pasa entre 3 y 5 horas con sus hijos frente a la tele, y casi el 40% admitió que mira TV ese promedio de tiempo sin sus hijos. En tanto, el 25% ve más de seis horas por día, con toda la familia en torno.
Pese a todo, la TV va perdiendo terreno aceleradamente frente a la dura competencia que le ofrece Internet y la computadora con sus variadas opciones, y sobre todo, con la infinita gama de entretenimientos a la que los chicos acceden con sorprendente facilidad. No obstante esta generalidad, el panorama varía según las zonas geográficas: en Capital Federal y Gran Buenos Aires, Internet supera a la TV (46 a 32) mientras que en el interior esa relación se invierte.
Los guarismos más preocupantes surgen al medir la consideración que la escuela y los padres tienen como influencias en los más pequeños. Mientras el 13,9% se pronunció por los padres como los más influyentes, sólo el 8,5% reconoció a la escuela en el lugar más relevante de esa relación.

(el litoral)

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