Habana, Cuba; 25/02/2009-Pareciera que la emisora Habana Radio, la emisora que difunde la vida y la obra restauradora y comunitaria del Centro Histórico de La Habana Vieja, va más allá de los micrófonos distantes, Y de las voces y los rostros anónimos.
Los pequeños espacios de los que dispone la planta, ya con una década, acuna proyectos aparentemente descabellados para una radiodifusora. Y es que resulta ser precursora de cuanta buena inactiva se plantee en la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Lo que comenzara siendo un espacio para disfrute de la comunidad, se ha extendido hasta convertirse en el sitio en el que confluyen otros lugares de la geografía cubana.
La periodista Magda Resik, su directora desde su fundación, confiesa lo que significan diez años de vida dedicados a esta obra. Diez años que revelan la disposición y anulan la vanidad.
¿Es Habana Radio (HR) una emisora comunitaria?
Al principio era una emisora comunitaria, aunque nosotros decimos que todavía es una emisora comunitaria. De 20 Watt de potencia y tres horas de transmisión diaria, a 5 kiloWatt, que tenemos hoy para el occidente del país, es una diferencia grande. En este momento son 24 horas de transmisión diariamente con una programación que varía todos los días. Es decir, cada espacio puede ser oído en nuestra tira de programación una vez a la semana.
El Historiador de la Ciudad puede ser escuchado, por ejemplo, los lunes a las 3:00 p.m. O sea, que la programación tiene un poco la habitualidad de la televisión, fue un experimento que hicimos aquí y ha funcionado. Ahora transmitimos para todas las villas fundacionales del país, además de para las provincias habaneras.
La programación de la emisora enfatiza en la cultura y la historia del país, y especialmente en la conservación y preservación de nuestro patrimonio, ya sea el patrimonio tangible (el de los edificios, la arquitectura, los parques, las plazas), como ese otro que la Unesco ha dado en llamar el intangible y es un patrimonio que atesora esos bienes relacionados con la identidad, que tiene que ver con las tradiciones, con las costumbres, con la cultura más cotidiana de las personas.
Han extendido hasta las siete primeras villas fundadas en la Isla su transmisión ¿ello no conspira contra el concepto de comunitario?
El concepto comunitario, como está entendido habitualmente en el mundo, es el que define un espacio reducido, restringido. En nuestro caso pensamos en ampliar el concepto comunitario al hecho de que, sin estar ese público potencial de radioyente en un espacio geográfico concreto, sí fuera un público potencial, que se siente identificado con un espacio geográfico determinado. Lo que se está haciendo en el Centro Histórico de La Habana interesa a cualquier cubano, además, desde nuestra emisora, estamos tratando de tender puentes con todos los amantes del patrimonio a lo largo del país.
¿No pierden entonces la influencia directa sobre los vecinos de la zona?
La experiencia del Centro Histórico de La Habana interesa a muchos, pero no nos podemos desentender del hecho de que nacimos aquí, en el corazón de la capital cubana, en el espacio más antiguo de la capital cubana. Y eso hace que los niños de esta zona, los adultos de la tercera edad, los jóvenes..., tengan una cierta prioridad en nuestra programación, se identifiquen con nuestra programación, participen en cada uno de los espacios.
¿Ha sido un objetivo especial de la emisora nuclear a distinguidas personas de la cultura nacional en su programación?
Sí, desde el principio tuvimos la intención de convocar a los mejores, de convocar a los intelectuales, a los escritores, a los artistas, a los que exhiben su liderazgo en la comunidad intelectual, y que, además, podían enriquecer mucho la programación de HR. Ellos respondieron felizmente al llamado de la emisora, que no es otro que el llamado de la Oficina del Historiador de la Ciudad, y del Historiador también. Eso, de cierta forma, prestigia nuestra institución, valida nuestro proyecto y nos ayuda a defender una tesis que teníamos cuando iniciábamos las transmisiones: que tras los micrófonos de HR puedan desenvolverse muy bien intelectuales, artistas, escritores, historiadores de renombre.
¿Que tiene pensado la emisora para festejar su décimo aniversario?
Queremos inaugurar ya las revistas de la mañana, las revistas dedicadas a diversos temas relacionados con la cultura, y también vamos a inaugurar- estamos ya en planes de trabajo- un espacio muy especial para nosotros, que es el área de audiovisuales. Dirás: ¿una emisora de radio que de pronto acuna un área de audiovisuales?, sí, porque ciertamente nos hemos convertido un poco en la institución que centraliza esos medios de comunicación relacionados con la televisión y la radio en la Oficina del Historiador.
Con nosotros ha pasado una experiencia singular, y es que ciertos espacios de la radio han saltado a la pantalla, y viceversa. La emisora no ha perdido ni un espacio ni una comparecencia pública. El más reciente, por ejemplo, la consagración de la Catedral Ortodoxa Rusa, se convirtió en un suceso de gran trascendencia, no solo para el país, sino internacionalmente, porque allí estuvo el Presidente cubano.
¿Cuánto ha dejado HR en las personas y viceversa?
Ya eso sí es una pregunta que me gustaría que se la hicieras a los oyentes, y a las personas que de alguna manera u otra han compartido con nosotros. Durante el 2008 iniciamos un proyecto con el Grupo de sordos e hipoacúsicos de toda nuestra comunidad habanera pues, aunque no es un público potencial de nuestra emisora, sí son personas a las que debemos tenderle una mano. Entonces hemos ido desarrollando el proyecto Cultura entre las manos, que es para potenciar el desarrollo cultural de esa comunidad de sordos e hipoacúsicos que, a través de HR, están descubriendo el centro histórico habanero, toda su cultura, toda su historia.
Nosotros debemos agradecer a la Oficina del Historiador todo lo que hace porque HR sea una emisora linda, sea una emisora bien atendida, sea una emisora con esos presupuestos culturales e históricos de defensa de la identidad. La Oficina del Historiador ha marcado una línea de trabajo para HR que ha servido de alimento para nuestra programación, porque todo lo que se hace aquí de alguna manera forma parte de nuestro trabajo. El Historiador de la Ciudad ha tenido mucho cuidado y mucho esmero en que la emisora sea una joya para la cultura cubana, en que ella misma se inserte en la cultura cubana con excelencia. Él lo ha querido así, no sé si lo hemos logrado, al menos hemos hecho el intento de ser fieles y de rendir tributo a tanta deferencia con nosotros.
Los pequeños espacios de los que dispone la planta, ya con una década, acuna proyectos aparentemente descabellados para una radiodifusora. Y es que resulta ser precursora de cuanta buena inactiva se plantee en la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Lo que comenzara siendo un espacio para disfrute de la comunidad, se ha extendido hasta convertirse en el sitio en el que confluyen otros lugares de la geografía cubana.
La periodista Magda Resik, su directora desde su fundación, confiesa lo que significan diez años de vida dedicados a esta obra. Diez años que revelan la disposición y anulan la vanidad.
¿Es Habana Radio (HR) una emisora comunitaria?
Al principio era una emisora comunitaria, aunque nosotros decimos que todavía es una emisora comunitaria. De 20 Watt de potencia y tres horas de transmisión diaria, a 5 kiloWatt, que tenemos hoy para el occidente del país, es una diferencia grande. En este momento son 24 horas de transmisión diariamente con una programación que varía todos los días. Es decir, cada espacio puede ser oído en nuestra tira de programación una vez a la semana.
El Historiador de la Ciudad puede ser escuchado, por ejemplo, los lunes a las 3:00 p.m. O sea, que la programación tiene un poco la habitualidad de la televisión, fue un experimento que hicimos aquí y ha funcionado. Ahora transmitimos para todas las villas fundacionales del país, además de para las provincias habaneras.
La programación de la emisora enfatiza en la cultura y la historia del país, y especialmente en la conservación y preservación de nuestro patrimonio, ya sea el patrimonio tangible (el de los edificios, la arquitectura, los parques, las plazas), como ese otro que la Unesco ha dado en llamar el intangible y es un patrimonio que atesora esos bienes relacionados con la identidad, que tiene que ver con las tradiciones, con las costumbres, con la cultura más cotidiana de las personas.
Han extendido hasta las siete primeras villas fundadas en la Isla su transmisión ¿ello no conspira contra el concepto de comunitario?
El concepto comunitario, como está entendido habitualmente en el mundo, es el que define un espacio reducido, restringido. En nuestro caso pensamos en ampliar el concepto comunitario al hecho de que, sin estar ese público potencial de radioyente en un espacio geográfico concreto, sí fuera un público potencial, que se siente identificado con un espacio geográfico determinado. Lo que se está haciendo en el Centro Histórico de La Habana interesa a cualquier cubano, además, desde nuestra emisora, estamos tratando de tender puentes con todos los amantes del patrimonio a lo largo del país.
¿No pierden entonces la influencia directa sobre los vecinos de la zona?
La experiencia del Centro Histórico de La Habana interesa a muchos, pero no nos podemos desentender del hecho de que nacimos aquí, en el corazón de la capital cubana, en el espacio más antiguo de la capital cubana. Y eso hace que los niños de esta zona, los adultos de la tercera edad, los jóvenes..., tengan una cierta prioridad en nuestra programación, se identifiquen con nuestra programación, participen en cada uno de los espacios.
¿Ha sido un objetivo especial de la emisora nuclear a distinguidas personas de la cultura nacional en su programación?
Sí, desde el principio tuvimos la intención de convocar a los mejores, de convocar a los intelectuales, a los escritores, a los artistas, a los que exhiben su liderazgo en la comunidad intelectual, y que, además, podían enriquecer mucho la programación de HR. Ellos respondieron felizmente al llamado de la emisora, que no es otro que el llamado de la Oficina del Historiador de la Ciudad, y del Historiador también. Eso, de cierta forma, prestigia nuestra institución, valida nuestro proyecto y nos ayuda a defender una tesis que teníamos cuando iniciábamos las transmisiones: que tras los micrófonos de HR puedan desenvolverse muy bien intelectuales, artistas, escritores, historiadores de renombre.
¿Que tiene pensado la emisora para festejar su décimo aniversario?
Queremos inaugurar ya las revistas de la mañana, las revistas dedicadas a diversos temas relacionados con la cultura, y también vamos a inaugurar- estamos ya en planes de trabajo- un espacio muy especial para nosotros, que es el área de audiovisuales. Dirás: ¿una emisora de radio que de pronto acuna un área de audiovisuales?, sí, porque ciertamente nos hemos convertido un poco en la institución que centraliza esos medios de comunicación relacionados con la televisión y la radio en la Oficina del Historiador.
Con nosotros ha pasado una experiencia singular, y es que ciertos espacios de la radio han saltado a la pantalla, y viceversa. La emisora no ha perdido ni un espacio ni una comparecencia pública. El más reciente, por ejemplo, la consagración de la Catedral Ortodoxa Rusa, se convirtió en un suceso de gran trascendencia, no solo para el país, sino internacionalmente, porque allí estuvo el Presidente cubano.
¿Cuánto ha dejado HR en las personas y viceversa?
Ya eso sí es una pregunta que me gustaría que se la hicieras a los oyentes, y a las personas que de alguna manera u otra han compartido con nosotros. Durante el 2008 iniciamos un proyecto con el Grupo de sordos e hipoacúsicos de toda nuestra comunidad habanera pues, aunque no es un público potencial de nuestra emisora, sí son personas a las que debemos tenderle una mano. Entonces hemos ido desarrollando el proyecto Cultura entre las manos, que es para potenciar el desarrollo cultural de esa comunidad de sordos e hipoacúsicos que, a través de HR, están descubriendo el centro histórico habanero, toda su cultura, toda su historia.
Nosotros debemos agradecer a la Oficina del Historiador todo lo que hace porque HR sea una emisora linda, sea una emisora bien atendida, sea una emisora con esos presupuestos culturales e históricos de defensa de la identidad. La Oficina del Historiador ha marcado una línea de trabajo para HR que ha servido de alimento para nuestra programación, porque todo lo que se hace aquí de alguna manera forma parte de nuestro trabajo. El Historiador de la Ciudad ha tenido mucho cuidado y mucho esmero en que la emisora sea una joya para la cultura cubana, en que ella misma se inserte en la cultura cubana con excelencia. Él lo ha querido así, no sé si lo hemos logrado, al menos hemos hecho el intento de ser fieles y de rendir tributo a tanta deferencia con nosotros.
(cubaperioditas.cu/Ivette Fernandez)
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