
El Tribunal Supremo dijo ayer que el gobierno puede amenazar a las estaciones de radio y televisión con multas por el uso de una sola palabrota en vivo, pero no decidió si la política viola la Constitución estadounidense.
La corte, en una decisión 5-4, se negó a definir si la política de “improperios fugaces” de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC según sus siglas en inglés) viola la Primera Enmienda sobre libertad de expresión. Los magistrados dijeron que un tribunal federal de apelaciones debe estudiar la constitucionalidad de dicha política.
Con un margen de 5-4, la corte anuló un fallo del Tribunal Federal de Apelaciones del 2do Distrito en Nueva York que había votado a favor de un cuestionamiento encabezado por Fox Television de la política de la FCC y había devuelto el caso a la agencia para un “análisis razonado” de su línea más dura en relación con la indecencia. La FCC apeló entonces ante la Corte Suprema.
El magistrado Antonin Scalia dijo que la política de la FCC, adoptada en el 2004, “no es arbitraria ni caprichosa”.
La FCC cambió su antigua política tras concluir que una regla que no castigaba por un solo improperio no tenía sentido si se quiere mantener las ondas libres de indecencia cuando probablemente hay niños viendo televisión.
Los acontecimientos que precipitaron la decisión fueron transmisiones en vivo de ceremonias de premios en las que a algunas celebridades se les escaparon sin querer, o a propósito, un par de palabrotas. Bajo la nueva regla de la FCC, algunas palabras son tan ofensivas que siempre evocan imágenes sexuales o excretorias.
La corte, en una decisión 5-4, se negó a definir si la política de “improperios fugaces” de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC según sus siglas en inglés) viola la Primera Enmienda sobre libertad de expresión. Los magistrados dijeron que un tribunal federal de apelaciones debe estudiar la constitucionalidad de dicha política.
Con un margen de 5-4, la corte anuló un fallo del Tribunal Federal de Apelaciones del 2do Distrito en Nueva York que había votado a favor de un cuestionamiento encabezado por Fox Television de la política de la FCC y había devuelto el caso a la agencia para un “análisis razonado” de su línea más dura en relación con la indecencia. La FCC apeló entonces ante la Corte Suprema.
El magistrado Antonin Scalia dijo que la política de la FCC, adoptada en el 2004, “no es arbitraria ni caprichosa”.
La FCC cambió su antigua política tras concluir que una regla que no castigaba por un solo improperio no tenía sentido si se quiere mantener las ondas libres de indecencia cuando probablemente hay niños viendo televisión.
Los acontecimientos que precipitaron la decisión fueron transmisiones en vivo de ceremonias de premios en las que a algunas celebridades se les escaparon sin querer, o a propósito, un par de palabrotas. Bajo la nueva regla de la FCC, algunas palabras son tan ofensivas que siempre evocan imágenes sexuales o excretorias.
(radioalaire/ap)
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