Ginebra (CICR) - 30/10/2010.-Con motivo del Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, instituido por la UNESCO, que se celebra el 27 de octubre, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) devela un fondo único de archivos radiofónicos y de grabaciones que dan testimonio de medio siglo de historia de la labor humanitaria, desde la Segunda Guerra Mundial hasta el decenio de 1990.
Además de constituir un testimonio histórico, esos archivos sonoros son un caudal de información sobre la evolución de la comunicación en el CICR», explica la encargada de los archivos sonoros del CICR, señora Florence Zurcher.
Cuando fue invitado a difundir sus mensajes a través de las ondas de la Sociedad suiza de radiodifusión durante la Segunda Guerra Mundial, el CICR supo aprovechar esta herramienta de comunicación privilegiada para difundir en toda Europa los nombres de los prisioneros de guerra liberados y facilitar así su repatriación.
En 1948, la Institución obtuvo la autorización para emitir gratuitamente en una frecuencia de radio que se le asignó en exclusividad. «Fue excepcional la asignación de una frecuencia para una Institución como el CICR", declara la señora Zurcher. "El hecho de considerar al CICR, por así decirlo, en el mismo plano que los Estados soberanos es una forma de reconocer la importancia que reviste su labor», señala Florence Zurcher.
Tras el período de la posguerra, el CICR comenzó a radiodifundir paulatinamente para el gran público y trató de darse a conocer mejor a través de las ondas. A fines del decenio de 1960, Radio-Intercroixrouge se convirtió en el Servicio de Radiodifusión de la Cruz Roja. Mediante distintos programas, principalmente entrevistas con los delegados y programas sobre el derecho internacional humanitario, las personalidades que forjaron la historia del CICR en el período de la posguerra fueron invitadas al estudio de radio del CICR en los siguientes 30 años. «Pese a que algunas de esas voces pueden sonar anticuadas hoy, no por ello han perdido la dimensión mágica de trasladar instantáneamente al oyente al pasado de la institución humanitaria», añade Florence Zurcher.
Por consiguiente, la grabación sonora en el CICR llegó a ser un medio para conservar las huellas de acontecimientos memorables, que enriquecen los archivos escritos, filmados y fotográficos. Se ha lanzado un proyecto de cinco años para la salvaguardia de los archivos sonoros, con el apoyo de Memoriav (Asociación para la salvaguardia de la memoria audiovisual suiza), y con la colaboración de la Fonoteca nacional de Suiza, a fin de que los investigadores y demás personas interesadas puedan consultar esos archivos en formato digital.
Además de constituir un testimonio histórico, esos archivos sonoros son un caudal de información sobre la evolución de la comunicación en el CICR», explica la encargada de los archivos sonoros del CICR, señora Florence Zurcher.
Cuando fue invitado a difundir sus mensajes a través de las ondas de la Sociedad suiza de radiodifusión durante la Segunda Guerra Mundial, el CICR supo aprovechar esta herramienta de comunicación privilegiada para difundir en toda Europa los nombres de los prisioneros de guerra liberados y facilitar así su repatriación.
En 1948, la Institución obtuvo la autorización para emitir gratuitamente en una frecuencia de radio que se le asignó en exclusividad. «Fue excepcional la asignación de una frecuencia para una Institución como el CICR", declara la señora Zurcher. "El hecho de considerar al CICR, por así decirlo, en el mismo plano que los Estados soberanos es una forma de reconocer la importancia que reviste su labor», señala Florence Zurcher.
Tras el período de la posguerra, el CICR comenzó a radiodifundir paulatinamente para el gran público y trató de darse a conocer mejor a través de las ondas. A fines del decenio de 1960, Radio-Intercroixrouge se convirtió en el Servicio de Radiodifusión de la Cruz Roja. Mediante distintos programas, principalmente entrevistas con los delegados y programas sobre el derecho internacional humanitario, las personalidades que forjaron la historia del CICR en el período de la posguerra fueron invitadas al estudio de radio del CICR en los siguientes 30 años. «Pese a que algunas de esas voces pueden sonar anticuadas hoy, no por ello han perdido la dimensión mágica de trasladar instantáneamente al oyente al pasado de la institución humanitaria», añade Florence Zurcher.
Por consiguiente, la grabación sonora en el CICR llegó a ser un medio para conservar las huellas de acontecimientos memorables, que enriquecen los archivos escritos, filmados y fotográficos. Se ha lanzado un proyecto de cinco años para la salvaguardia de los archivos sonoros, con el apoyo de Memoriav (Asociación para la salvaguardia de la memoria audiovisual suiza), y con la colaboración de la Fonoteca nacional de Suiza, a fin de que los investigadores y demás personas interesadas puedan consultar esos archivos en formato digital.
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