San José, Costa Rica; 14/03/2009-Es común escuchar a la gente decir que todo está tan caro que ahorita van a cobrar hasta por respirar y parece que no estamos tan lejos de eso, porque ahora la Asociación Costarricense de la Industria Fonográfica y Afines, Fonotica, está cobrando por oír música.
Aunque suene un poco irónico, esta asociación que está compuesta por compañías como Sony, BMG, Warner y Universal, entre otras, exigen el cobro de un 3% de los ingresos netos de cada establecimiento que ponga música desde las peluquerías que tengan un radio sonando, hasta las escuelas que organicen un baile, pasando por las emisoras de radio y canales de televisión.
El cobro lo realizan con base en la ley 6683 de Derechos de Autor, mediante la cual se establece el pago de una remuneración que será distribuida entre los artistas, intérpretes y ejecutantes. De manera que una discoteca con capacidad para 200 personas, por ejemplo, deberá pagar el equivalente a 5 salarios mínimos que serían unos ¢32.230.
Pero también los bares y restaurantes tendrán que pagar por poner música para entretener a sus clientes, la tarifa será entre ¢19.338 y ¢25.784, de acuerdo a la capacidad del establecimiento.
Los salones de bailes, clubes nocturnos, aeropuertos, y hasta los aviones que lleven música a bordo para entretener a los pasajeros deberán pagar entre ¢45.122 y ¢64.460.
¡TAMBIÉN LOS HOSPITALES Y EL BUS!
Pero no solo los establecimientos comerciales tienen que pagar por poner la radio, también deberán hacerlo los hospitales, clínicas privadas y similares que lo hagan. Aquellas que tengan hasta 50 habitaciones pagarán ¢32.230 y las que tengan más de 100 habitaciones ¢96.690 por mes.
Los gimnasios deberán escoger entre poner a sus clientes a hacer ejercicios en silencio o pagar entre ¢16.115 y ¢32.230 por mes, lo mismo aplica para las escuelas o academias de danza, baile y similares.
Y quienes se dedican a enseñar aeróbicos tendrán que pagar por mes entre ¢64.460 y ¢128.920. También los topes, carnavales y hasta las fiestas de quinceaños y matrimonios tendrán que pagar por poner música.
Hasta los autobuses turísticos que tengan música para los usuarios deberán pagar ¢4.835 por cada autobús, pero si la música es en vídeo la tarifa sube a ¢6.446.
Tome en cuenta además, que los salarios mínimos se incrementan cada seis meses, por lo cual estas tarifas también lo harán.
El cobro a los establecimientos comerciales se realiza mediante ACAM que tiene la estructura ya preparada para el cobro en lo que es a restaurantes bares, entre otros; mientras los grandes clientes como las emisoras y canales de televisión deben pagarle directamente a FONOVISA.
El 50% de lo recaudado va para la Asociación de Artistas Interpretes y Ejecutantes de Costa Rica, y entre las disqueras por el derecho de ejecución del productor.
COLUMBIA ESTEREO EL PRIMER DEMANDADO
La radioemisora Columbia Estero se convirtió en la primera en ser llevada a los tribunales, y condenada a no sonar música de las casas disqueras que integran Fonovisa.
Lo cual, a criterio de su gerente general, Raúl Quesada, no viene a afectarles porque simplemente lo que harán en adelante es no programar ninguna pieza promocional de compañías extranjeras.
“El asunto está manejado en los tribunales, no puedo ahondar en detalles, pero la resolución dada por el juez acerca de la medida cautelar interpuesta por Fonotica fue apelada por la empresa, fundamentando nuestra apelación en que es un cobro ilegal y como paso a seguir, dado ese conflicto que presentó Fonotica y el juez declaró con lugar, nosotros no vamos a programar ninguna música o pieza musical promocional de ninguna compañía extranjera transnacional que este asociada a Fonotica y esa medida la aplicaremos en las emisoras del grupo”, detalló Quesada.
Considera que la medida no solo le afecta a las emisoras, sino a los productores de música y artista porque si el público no escucha sus canciones en la radio no se van a enterar de que existen, y menos las va a buscar para comprarlas, y a las personas que no pueden comprar los discos, porque se condenarán a no escuchar nunca a esos artistas.
“Estamos programando la música que tenemos, lo que no se puede programar según la instrucción son las promociones, lo que va saliendo nuevo. No afecta en el raiting porque lo que la gente no conoce no le hace falta, con la buena música que tenemos nuestra audiencia es muy leal y se mantiene”, aseguró.
Aunque suene un poco irónico, esta asociación que está compuesta por compañías como Sony, BMG, Warner y Universal, entre otras, exigen el cobro de un 3% de los ingresos netos de cada establecimiento que ponga música desde las peluquerías que tengan un radio sonando, hasta las escuelas que organicen un baile, pasando por las emisoras de radio y canales de televisión.
El cobro lo realizan con base en la ley 6683 de Derechos de Autor, mediante la cual se establece el pago de una remuneración que será distribuida entre los artistas, intérpretes y ejecutantes. De manera que una discoteca con capacidad para 200 personas, por ejemplo, deberá pagar el equivalente a 5 salarios mínimos que serían unos ¢32.230.
Pero también los bares y restaurantes tendrán que pagar por poner música para entretener a sus clientes, la tarifa será entre ¢19.338 y ¢25.784, de acuerdo a la capacidad del establecimiento.
Los salones de bailes, clubes nocturnos, aeropuertos, y hasta los aviones que lleven música a bordo para entretener a los pasajeros deberán pagar entre ¢45.122 y ¢64.460.
¡TAMBIÉN LOS HOSPITALES Y EL BUS!
Pero no solo los establecimientos comerciales tienen que pagar por poner la radio, también deberán hacerlo los hospitales, clínicas privadas y similares que lo hagan. Aquellas que tengan hasta 50 habitaciones pagarán ¢32.230 y las que tengan más de 100 habitaciones ¢96.690 por mes.
Los gimnasios deberán escoger entre poner a sus clientes a hacer ejercicios en silencio o pagar entre ¢16.115 y ¢32.230 por mes, lo mismo aplica para las escuelas o academias de danza, baile y similares.
Y quienes se dedican a enseñar aeróbicos tendrán que pagar por mes entre ¢64.460 y ¢128.920. También los topes, carnavales y hasta las fiestas de quinceaños y matrimonios tendrán que pagar por poner música.
Hasta los autobuses turísticos que tengan música para los usuarios deberán pagar ¢4.835 por cada autobús, pero si la música es en vídeo la tarifa sube a ¢6.446.
Tome en cuenta además, que los salarios mínimos se incrementan cada seis meses, por lo cual estas tarifas también lo harán.
El cobro a los establecimientos comerciales se realiza mediante ACAM que tiene la estructura ya preparada para el cobro en lo que es a restaurantes bares, entre otros; mientras los grandes clientes como las emisoras y canales de televisión deben pagarle directamente a FONOVISA.
El 50% de lo recaudado va para la Asociación de Artistas Interpretes y Ejecutantes de Costa Rica, y entre las disqueras por el derecho de ejecución del productor.
COLUMBIA ESTEREO EL PRIMER DEMANDADO
La radioemisora Columbia Estero se convirtió en la primera en ser llevada a los tribunales, y condenada a no sonar música de las casas disqueras que integran Fonovisa.
Lo cual, a criterio de su gerente general, Raúl Quesada, no viene a afectarles porque simplemente lo que harán en adelante es no programar ninguna pieza promocional de compañías extranjeras.
“El asunto está manejado en los tribunales, no puedo ahondar en detalles, pero la resolución dada por el juez acerca de la medida cautelar interpuesta por Fonotica fue apelada por la empresa, fundamentando nuestra apelación en que es un cobro ilegal y como paso a seguir, dado ese conflicto que presentó Fonotica y el juez declaró con lugar, nosotros no vamos a programar ninguna música o pieza musical promocional de ninguna compañía extranjera transnacional que este asociada a Fonotica y esa medida la aplicaremos en las emisoras del grupo”, detalló Quesada.
Considera que la medida no solo le afecta a las emisoras, sino a los productores de música y artista porque si el público no escucha sus canciones en la radio no se van a enterar de que existen, y menos las va a buscar para comprarlas, y a las personas que no pueden comprar los discos, porque se condenarán a no escuchar nunca a esos artistas.
“Estamos programando la música que tenemos, lo que no se puede programar según la instrucción son las promociones, lo que va saliendo nuevo. No afecta en el raiting porque lo que la gente no conoce no le hace falta, con la buena música que tenemos nuestra audiencia es muy leal y se mantiene”, aseguró.
(Diario Extra)
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