Madrid, España; 19/10/2009.-
Herbin Hoyos, director de un programa de radio para los secuestrados, se refugia en España tras ser amenazado por la guerrilla colombiana.
Cuando Ingrid Betancourt aterrizó en el aeropuerto de Bogotá, recién rescatada de un secuestro de seis años, buscó entre la multitud que la aguardaba al periodista Herbin Hoyos y lo abrazó emocionada. "¡Gracias, hermano para siempre!", le dijo. Hoyos, director del programa radiofónico Las voces del secuestro, había sido su cordón umbilical con el exterior durante su cautiverio en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). A través de esos micrófonos, Betancourt, como otros muchos rehenes, había ido recibiendo mensajes de su familia. Y la ilusión de oír a sus hijos la había mantenido viva en el fondo de la selva, aferrada a su pequeño transistor. Hoyos, reportero de Caracol Radio, ha tenido que dejar Colombia esta semana, después de que los servicios de Inteligencia frustraran un plan de las FARC para asesinarlo. Se ha refugiado en España y no piensa tirar la toalla: ayer comenzó a emitir su programa desde los estudios de la cadena SER.
Muy a menudo, las pequeñas historias cotidianas describen la realidad de un país mejor que las grandes noticias. Desde 1994, miles de colombianos de todas las edades y condición social han desfilado por Las voces del secuestro, con la esperanza de que el padre, el marido o la hija puedan escucharles allí donde estén cautivos. En estos 15 años, más de 350.000 mensajes han llenado las madrugadas de los domingos de palabras de amor y de aliento, de anécdotas y novedades familiares.
"Desde que comenzamos el programa, hemos registrado 17.083 casos de secuestro. De ellos, 13.924 han sido liberados. Y de casi 3.000 no se sabe nada. Para mí, hasta que no aparezcan sus restos, siguen siendo secuestrados", explica Herbin Hoyos, recién llegado a Madrid. La idea del programa partió de su propia experiencia: él mismo fue rehén de las FARC durante 17 días, antes de ser rescatado por el Ejército. A partir de entonces Hoyos, veterano reportero formado en la Universidad Complutense, nunca ha faltado a la emisión, que ha conducido desde Chechenia, Palestina, Irak o Bosnia.
La ofensiva del Gobierno colombiano contra las FARC ha reducido en un 85% los secuestros, segunda fuente de financiación de la guerrilla después del narcotráfico. En 2009 se han denunciado 132 casos, frente a los 3.200 anuales que se llegaron a registrar como media en los años noventa. Paradójicamente, Las Voces del secuestro tiene más repercusión ahora. "Hace 10 años, el programa sólo interesaba a las familias de los secuestrados. Con las liberaciones de Ingrid Betancourt y otros rehenes adquirió notoriedad, porque hablaron de él". Y llegaron el reconocimiento y los premios, como el Ondas, que recibió en 2008.
Las voces no es sólo un puente entre los secuestrados y el mundo exterior. "Antes de 1994, las familias de los rehenes vivían con miedo y, además, estigmatizadas. Los vecinos se alejaban de ellas para no comprometerse. El programa rompe esa estructura de terror que había creado la guerrilla. Las víctimas se organizan y emergen a la luz pública. Y el país, hasta entonces indiferente, empieza a reconocerlas y a solidarizarse".
¿Pero por qué una guerrilla como las FARC, que da un trato inhumano a sus rehenes, les permite oír la radio? "Yo mismo les hice ver, en mi programa, que un secuestrado aislado e incomunicado entra progresivamente en una depresión, hasta el punto de que la muerte se le vuelve una opción de escape. Va a intentar desaparecer: bien escapando, bien suicidándose. Pero un secuestrado que tiene un contacto con su familia tiene esperanzas. Come lo que le den, camina hasta donde lo lleven, no se enfrenta a sus captores, porque quiere vivir".
Al principio, Hoyos enfocó su emisión como un servicio neutral. "No calificamos, no opinamos. Respetamos la regla de la neutralidad", declaró en una ocasión. El contacto con el drama humano acabó por romper la equidistancia. "Con el tiempo fui tomando una posición más radical contra el secuestro. Y muestro a la guerrilla como lo que es". Aficionado al motociclismo, el reportero prepara una caravana de moteros que partirá de Madrid el 6 de noviembre y recorrerá durante dos semanas Francia e Italia, donde será recibida por el Papa. "Queremos activar la solidaridad con las víctimas del secuestro en todo el mundo, no sólo en Colombia. Ésa es mi batalla".
"Desde que comenzamos el programa, hemos registrado 17.083 casos de secuestro. De ellos, 13.924 han sido liberados. Y de casi 3.000 no se sabe nada. Para mí, hasta que no aparezcan sus restos, siguen siendo secuestrados", explica Herbin Hoyos, recién llegado a Madrid. La idea del programa partió de su propia experiencia: él mismo fue rehén de las FARC durante 17 días, antes de ser rescatado por el Ejército. A partir de entonces Hoyos, veterano reportero formado en la Universidad Complutense, nunca ha faltado a la emisión, que ha conducido desde Chechenia, Palestina, Irak o Bosnia.
La ofensiva del Gobierno colombiano contra las FARC ha reducido en un 85% los secuestros, segunda fuente de financiación de la guerrilla después del narcotráfico. En 2009 se han denunciado 132 casos, frente a los 3.200 anuales que se llegaron a registrar como media en los años noventa. Paradójicamente, Las Voces del secuestro tiene más repercusión ahora. "Hace 10 años, el programa sólo interesaba a las familias de los secuestrados. Con las liberaciones de Ingrid Betancourt y otros rehenes adquirió notoriedad, porque hablaron de él". Y llegaron el reconocimiento y los premios, como el Ondas, que recibió en 2008.
Las voces no es sólo un puente entre los secuestrados y el mundo exterior. "Antes de 1994, las familias de los rehenes vivían con miedo y, además, estigmatizadas. Los vecinos se alejaban de ellas para no comprometerse. El programa rompe esa estructura de terror que había creado la guerrilla. Las víctimas se organizan y emergen a la luz pública. Y el país, hasta entonces indiferente, empieza a reconocerlas y a solidarizarse".
¿Pero por qué una guerrilla como las FARC, que da un trato inhumano a sus rehenes, les permite oír la radio? "Yo mismo les hice ver, en mi programa, que un secuestrado aislado e incomunicado entra progresivamente en una depresión, hasta el punto de que la muerte se le vuelve una opción de escape. Va a intentar desaparecer: bien escapando, bien suicidándose. Pero un secuestrado que tiene un contacto con su familia tiene esperanzas. Come lo que le den, camina hasta donde lo lleven, no se enfrenta a sus captores, porque quiere vivir".
Al principio, Hoyos enfocó su emisión como un servicio neutral. "No calificamos, no opinamos. Respetamos la regla de la neutralidad", declaró en una ocasión. El contacto con el drama humano acabó por romper la equidistancia. "Con el tiempo fui tomando una posición más radical contra el secuestro. Y muestro a la guerrilla como lo que es". Aficionado al motociclismo, el reportero prepara una caravana de moteros que partirá de Madrid el 6 de noviembre y recorrerá durante dos semanas Francia e Italia, donde será recibida por el Papa. "Queremos activar la solidaridad con las víctimas del secuestro en todo el mundo, no sólo en Colombia. Ésa es mi batalla".
MAITE RICO
ELPAIS.com
ELPAIS.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario