viernes, 28 de mayo de 2010

MARIANO ARTAU UN GRANDE DE LA RADIO DE PUERTO RICO

San Juan Puerto Rico; 29/05/2010.-
Acaba de cumplir hace algunas semanas ochenta y cinco años de vida y sesenta y cinco en la industria de las comunicaciones, particularmente en la radio, aunque ha alternado en los medios televisivos. Nos referimos a don Mariano Artau, el destacado veterano comunicador puertorriqueño quien hace sólo algunos días recibió también un reconocimiento, por todo lo alto, del Instituto de Cultura Puertorriqueña por su valiosa contribución a la radiodifusión en Puerto Rico.
Coincidiendo con estas fechas que conmemoran momentos importantes en la vida personal y profesional de Mariano, En Rojo se reunió con él para conocer recuerdos de su brillante paso por esa industria, en su espacio de trabajo, forrado de placas cuyos mensajes atestiguan el reconocimiento de compañeros artistas, figuras de las comunicaciones e instituciones del quehacer cultural del país.
Nacido en el entrañable barrio de Trastalleres -que tantas figuras musicales grandes ha parido para Puerto Rico- y criado en el no menos querido Barrio Obrero, es una de las figuras emblemáticas de la radio puertorriqueña. En su trayectoria triunfante tiene a su haber haber sido el iniciador de casi todas las instancias significativas en la historia de las comunicaciones en Puerto Rico: a saber, fue el primer disc-jockey de Puerto Rico; primer animador de un programa musical televisivo; primer animador de eventos artísticos y deportivos transmitidos desde fuera de nuestras fronteras nacionales puertorriqueñas; primer y principal propulsor de las carreras artísticas de muchos de nuestros más grandes artistas; primero en narrar un combate por un campeonato mundial de boxeo —por WKAQ, entre Archie Moore y Giulio Rinaldi desde el Madison Square Garden de Nueva York—; primero en transmitir partidos de béisbol de Grandes Ligas desde los estudios, el primero desde Fenway Park en Boston; y lo más importante, primero en el cariño de su pueblo.
¿Cómo surgió ese enamoramiento de toda una vida con la radio?
Francamente, ya casi no me acuerdo; son 65 años (70, cuando lo perdimos) los que han pasado, yo entré a esta industria el lro de enero de 1940, a trabajar en WKAQ, por recomendación del productor Héctor Almodóvar, trabajé con el programa de Radio Borinquen en WBYN de Nueva York y en casi todas las estaciones del área metropolitana. Pero creo que esa pasión empezó desde niño, desde entonces me gustaba hablar, hablar frente al salón, frente a grupos pero, sobre todo, expresarme bien. Eso propició que cuando me dieron la oportunidad de entrar a la radio me sentí como si hubiese hecho eso toda la vida, y toda la vida me quedé.
¿En qué fases de la radiodifusión has trabajado y cuáles prefieres?
He trabajado en prácticamente todas, las noticias, las entrevistas, maestro de ceremonias, comentario deportivo, disc-jockey. En la música yo fui el que inicié el concepto de disc-jockey en Puerto Rico. Lo adopté de Estados Unidos, el término lo acuñó un locutor de la emisora neoyorquina WABC, Martin Block, que tenía un programa donde difundía y comentaba los últimos hits discográficos dándoles un toque distinto al de otros locutores. él decía que él “corría” la música y el programa igual que hacía el jockey con el caballo.
¿Qué figuras importantes entrevistó o conoció durante su carrera que le impresionaron en una forma especial?
Muchas. éramos tan pocos locutores para esa década del 40 que lógicamente teníamos que hacer una diversidad de tareas. Recuerdo que me impactó mucho el Dr. Osvaldo Aragna, un diplomático brasilero que presidía uno de los comités claves de la Organización de las Naciones Unidas y me tocó entrevistarlo por encomienda del gerente de la estación, en 1948, en una parada que él hizo en Puerto Rico proveniente de las Naciones Unidas, cuando la ONU se reunió y aprobó la partición de Palestina y la creación del estado de Israel. Toda la prensa de Estados Unidos estaba buscando a Aragna y él ya estaba en Puerto Rico de paso para Brasil. Recuerdo que me expresó que, para él, lo único que había hecho la ONU era legalizar una partición que ya venía desde los tiempos de los Otomanos. A mí me impresionó mucho la figura del doctor Aragna, sus conocimientos; tanto, que me movió a estudiar todo lo relacionado con Israel y Palestina.
Otra figura que me impactó mucho fue el maestro Andre Kostelanes, sus profundos conocimientos de la música clásica, tanto como de la música ligera, como él decía. él fue el que escribió el tema de Coca-Cola.
¿Qué figuras fueron, a su juicio, determinantes en la historia de la radio en Puerto Rico, de su origen como medio?
Para mí, Rafael Pérez Perry en la parte técnica y don ángel Ramos en el desarrollo. Don ángel Ramos rompió todos los esquemas de la época; por ejemplo, eso de que un dueño de un periódico no podía poseer una estación de radio. él compraba una, la vendía y compraba otra hasta que compró WKAQ y la puso en la primera posición. Hizo mucho por la radio.
¿Cómo compara la radio actual con la de hace varias décadas?,¿Estamos a la par con la radio de los países más desarrollados?
En cuanto a adelanto tecnológico ha sido grandioso y estamos a la par, al igual que en la producción. Lo que ha retrocedido o se ha estancado es la programación. En esto ha influido mucho la proliferación de estaciones, en Puerto Rico hay más de 125 estaciones de radio, para una isla tan pequeña. Esto hace que los dueños de estaciones se vean obligados a contratar un personal mediocre, en ocasiones, y pagarle bien, porque un buen locutor no se puede sacar del bolsillo.
¿Incluso los que preparan las escuelas de locución?
Incluso ésos, un buen locutor nace, no se hace, aquí se hace realidad aquello de que lo que natura no da, Salamanca no presta. Sobre todo hay que tener vocación; si no, no vas para ningún lado por más escuelas a las que acudas. Hay cosas que puedes modificar o adquirir como el timbre de voz, los conocimientos, la fluidez pero el factor imprescindible es la vocación, el querer ser, si se quiere ser, se es.
¿Cómo compara la oferta radial de ahora con la que había hace varias décadas? ¿Lo que pide el público?
Ha cambiado mucho, antes había un gran respeto por el público, se eliminaba lo que pudiera ofender la sensibilidad del público. Ahora eso no se hace, cualquier cosa es buena. Ahora hay una competencia de cuál es el más atrevido, cuál se atreve más en la exposición (claro está, hay sus excepciones) que lleva a los que producen radio a una competencia por el llamado rating y eso ha sido detrimental para la radio. El público, desgraciadamente, se ha dejado llevar por los intereses comerciales y no hace unas exigencias de unas normas morales.
Los que nacieron con la radio aseguran que no hay medio de comunicación más importante ni que se pegue más a la gente que la radio, incluso que supera a la televisión. ¿Es verdad esto o es sólo una aseveración romántica, de añoranza?
Definitivamente la radio es el mejor medio de comunicación, por su inmediatez. En la radio el público se entera del evento en el momento en que ocurre, es el único medio que puede hacer eso. O sea, la radio es un medio de comunicación en movimiento, puedes ir caminando o estar en tu carro y simultáneamente ir oyéndolo, con la televisión no puedes hacer eso.
¿Ayuda la radio, además, a desarrollar la imaginación? Por ejemplo, en las narraciones, con sus efectos de sonido, sus descripciones, como ocurrió en las novelas radiales.
Sí, pero eso depende mucho del locutor, la habilidad para presentar las cosas que narra, para darle una visión al radioyente. Esto ocurre mucho en la narración deportiva, aquí el narrador tiene una gran función que es que el público pueda ver a través de sus ojos.
Usted fue un gran narrador deportivo, ¿narró también novelas radiales para el tiempo que éstas se hacían?
Yo estuve 20 años transmitiendo las carreras de caballos, en radio y luego en televisión. Novelas no, eso se lo dejé a Rey Francisco Quiñones que era el mejor en eso. (Mariano fue el primero en transmitir el evento de mayor renombre mundial en el hipismo, el Kentucky Derby, desde Churchill Down en 1966); presidió la Asociación de Cronistas Deportivos, la Administración del Deporte Hípico y fue exaltado al Salón de la Fama del Hipismo Puertorriqueño.
Usted ha propulsado las carreras musicales de muchos cantantes en Puerto Rico, ¿qué figuras de la canción popular le impactaron más?
El gran Tito Rodríguez. Nos criamos juntos, éramos amigos entrañables, toda la vida nos mantuvimos en comunicación. Otro fue Bobby Capó, fuimos muy amigos. Era un artista completo, como ‘showman’ fue una estrella, como compositor, uno de los mejores tres de Puerto Rico y, como cantante, fue uno de los mejores, sino el mejor. Y naturalmente, Felipe Rodríguez. Yo impulsé mucho a Felipe. Felipe fue una cosa seria, un fenómeno de la música popular, le cayó tan bien al público, complacía al público porque escogía el repertorio que le gustaba al pueblo, le ponía el sentimiento que le gustaba al pueblo, y tenía la forma de cantar, el estilo que le gustaba al pueblo. Por eso fue La Voz de Puerto Rico. Ese nombre se lo puse yo, porque si Frank Sinatra era “The Voice” para Estados Unidos, Felipe era La Voz de Puerto Rico.
¿Qué consejos les daría a los locutores que empiezan y que aspiren a llegar al nivel de excelencia que ha alcanzado usted?
Que esté metido en los medios, estar ‘fajao’ en todo lo que haya que hacer, sea la tarea que sea, que si lo hace mal una vez procurar hacerlo mejor la próxima vez. Leer, estudiar, adquirir conocimientos, no estar pendiente de cuánto le van a pagar sino de crecer. Demostrar la vocación.
¿Poner el corazón?
Exactamente, tú lo has dicho, poner el corazón.
¿A qué se dedica actualmente? ¿Sigue trabajando para los medios?
A mis 85 años y operado de corazón abierto, me levanto siempre a las 6:00 de la mañana. A las 8:00 ya estoy en la estación de radio (WIPR-940 AM) para producir mi programa Caravana de Recuerdos que va de 9:00 a 11:00 de la mañana y se retransmite de 10:00 a 12:00 de la noche. Este programa lleva 30 años en la radio, (16 con ese nombre y los otros con el nombre de El Disc Jockey de Mariano Artau). La claridad mental, la buena memoria y la buena salud que tengo, es producto de ejercitar la memoria constantemente y de haber abandonado el alcohol y el cigarrillo hace más de 15 años.
Además, cuando salgo de mi programa radial, vengo aquí a trabajar a mi oficina, donde preparo mis programas. (En esos momentos preparaba un programa sobre Caetano Veloso, el famoso cantante brasilero).
Y así ha estado Mariano Artau por espacio de 65 años, labrando una brillante carrera profesional como comunicador, poniendo el corazón en las cosas que hace, para alegrar, informar y educar al pueblo de Puerto Rico, desde ese poderoso e imprescindible medio que es la radio. El otrora presidente del Overseas Press Club por espacio de 10 años es testimonio de lo que puede lograrse por medio del esfuerzo constante de superación; la devoción a la amistad y a su país. En una sociedad que necesita y busca desesperadamente buenos modelos para la juventud, Mariano Artau es un modelo inspirador del que muy bien podrían apropiarse los ‘líderes’ del país. Más aún un modelo de lo que es un buen puertorriqueño.

Por Nilda López
Reproducido de En Rojo

No hay comentarios: