Mexico; 13/11/2010.-La empresa de Emilio Azcárraga no se conforma con controlar la televisión abierta, participar en la televisión satelital y de cable, dominar la industria editorial, la radiodifusión, la telefonía celular y la industria musical y aeronáutica. También ha incursionado en el lucrativo campo de la filantropía,con el fraude de Iniciativa México y la estafa del Teletón.
El semanario Proceso publicó que el Congreso del Estado de México autorizó al gobierno de Enrique Peña Nieto la ampliación de donativos por 73 millones de pesos anuales a la fundación Teletón hasta el año 2022. Se trata de un atraco descarado de los dineros públicos por parte de una empresa privada que tiene dinero de sobra para cubrir sus actividades caritativas.
El año pasado algo parecido sucedió en Sonora, cuando la totalidad del estúpido Congreso de Sonora y el gobernador panista Guillermo Padrés Elías, se entregaron a Televisa al aprobar la transferencia de 34 millones de pesos anuales, durante los próximos diez años, a la Fundación Teletón. Hasta le dieron regalado el terreno donde se ubica el CRIT en Hermosillo.
Vaya negocio redondo. Los organizadores del Teletón le invierten algunos milloncitos al evento y después recuperan su inversión, a lo grande, a cuenta del dinero de todos. Con razón la mitad de la población de Sonora vive en la pobreza.
No está mal atender a los niños discapacitados, pero esa responsabilidad le corresponde fundamentalmente al gobierno. Al claudicar ante sus obligaciones no sólo se abona a una mayor privatización de los servicios públicos, sino que le da más poder a uno de los actores más peligrosos y nefastos que domina nuestro país.
¿Se atreverá alguien a frenar a Televisa? ¿O ya es demasiado tarde?
SDP NOTICIAS.COM
Erich Moncada
El semanario Proceso publicó que el Congreso del Estado de México autorizó al gobierno de Enrique Peña Nieto la ampliación de donativos por 73 millones de pesos anuales a la fundación Teletón hasta el año 2022. Se trata de un atraco descarado de los dineros públicos por parte de una empresa privada que tiene dinero de sobra para cubrir sus actividades caritativas.
El año pasado algo parecido sucedió en Sonora, cuando la totalidad del estúpido Congreso de Sonora y el gobernador panista Guillermo Padrés Elías, se entregaron a Televisa al aprobar la transferencia de 34 millones de pesos anuales, durante los próximos diez años, a la Fundación Teletón. Hasta le dieron regalado el terreno donde se ubica el CRIT en Hermosillo.
Vaya negocio redondo. Los organizadores del Teletón le invierten algunos milloncitos al evento y después recuperan su inversión, a lo grande, a cuenta del dinero de todos. Con razón la mitad de la población de Sonora vive en la pobreza.
No está mal atender a los niños discapacitados, pero esa responsabilidad le corresponde fundamentalmente al gobierno. Al claudicar ante sus obligaciones no sólo se abona a una mayor privatización de los servicios públicos, sino que le da más poder a uno de los actores más peligrosos y nefastos que domina nuestro país.
¿Se atreverá alguien a frenar a Televisa? ¿O ya es demasiado tarde?
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